Los nodos (módulos radio que van en las luminarias y/o cuadros de control) forman una red de comunicaciones donde cada uno constituye un nodo de la red. Cada uno de estos nodos está capacitado para enviar o recibir información a cualquier punto. Los Servidores Intermedios de la red (que agrupan hasta 1000 nodos) recibirán las lecturas del resto de nodos y volcarán esta información al Servidor Central del sistema (en la nube).
El protocolo de comunicación establece que cuando un nodo recoge la lectura de una luminaria o cuadro eléctrico, la envía por radiofrecuencia hasta un Servidor Intermedio (bien directamente o bien dando los saltos necesarios pasando por otros nodos hasta llegar al Servidor Intermedio operativo más cercano). Cada nodo tiene un alcance radioeléctrico de cientos de metros en espacio libre, pudiendo ser actualizando en tiempo real.
Generalmente, los sistemas por radiofrecuencia suelen dar más tranquilidad frente a errores, ya que sabemos de antemano que el problema no se encuentra en alguno de los puntos de cableado distribuidos en la red de alumbrado. El mantenimiento quedará reducido a comprobar el emisor y el receptor y el coste disminuye enormemente. Por contra, los sistemas por radiofrecuencia clásicos se enfrentan al handicap de que los nodos más alejados de un Concentrador (en nuestro sistema llamado Servidor Intermedio) deben ser capaces de llegar con la suficiente potencia de señal, ya que en estos sistemas no hay una red mallada que permita el enrutamiento de datos a través de los propios nodos. Nuestro protocolo de comunicación da solución a este planteamiento dotando al sistema de un comportamiento inteligente basado en redes autoconfigurables para la gestión del enrutamiento, gracias a la creación y autogestión de una red mallada multisalto.